De Ti Aprendí, Que Aunque Pienses Que Nadie Te Escucha, Siempre Habrá Alguien Dispuesto A Escuchar
De ti aprendí, que aunque pienses que nadie te escucha, siempre habrá alguien dispuesto a escuchar lo que callas por miedo a ser una carga para los demás. Que aún hay personas en las que puedes confiar tu sentir sin miedo a ser juzgado o minimizado, qué hay personas que estarán solo por estar y te tendrán la paciencia que necesites para desahogar tus pesares, qué hay quien se queda aunque vean tu lado vulnerable y abrazan tus heridas con palabras de ternura y amor. Aprendí que aún hay personas que te ven con los ojos del alma y no solo por cómo te muestras por fuera. Sí, aún hay de esas personas.
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My Fireforse 2011, 2012, 2016
“Cuando ni una palabra pueda consolarte, quizá el silencio ayude.”
— Firthunands
“It is better to find your courage to make changes when you can choose to rather than being forced to. If you do not make change, change will make you.”
— Roy T. Bennett
“Sometimes you just need someone to tell you you’re not as terrible as you think you are.”
— Unknown
“El golpe es duro para quién empezó siendo poco creyente en el ‘amor’. El golpe es duro para quién de un incrédulo pasó a ser lo contrario, a entregar todo y esperarlo, sacrificándolo todo a dejarse llevar e ir contra sus creencias… el golpe es duro para quién volvió a creer para ser fuertemente decepcionado.”
— Firthunands
Did I offer peace today? Did I bring a smile to someone's face? Did I say words of healing? Did I love? These are the real questions.
Henri Nouwen
Y entonces acepté que yo no podré volver a amar a alguien, no tengo la capacidad, porque siempre estará ese miedo latente a que me lastimen de nuevo y no puedo permitir que alguien vuelva a jugar con el amor que le entrego. Prefiero darlo todo a Dios y dejar que la vida me enseñe a amarme a mi misma cada día.
Mario Benedetti
“There were days when she was very happy without knowing why. She was happy to be alive and breathing, when her whole being seemed to be one with the sunlight, the color, the odors, the luxuriant warmth of some perfect Southern day. She liked then to wander alone into strange and unfamiliar places. She discovered many a sunny, sleepy corner, fashioned to dream in. And she found it good to dream and to be alone and unmolested.There were days when she was unhappy, she did not know why—when it did not seem worth while to be glad or sorry, to be alive or dead; when life appeared to her like a grotesque pandemonium and humanity like worms struggling blindly toward inevitable annihilation”
— Kate Chopin, The Awakening
