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Ahora hablaré más de mi

De los sueños que me acontecen , y el no saber porque es que los recuerdo , algunas veces recuerdo más de lo que muchas experiencias, y otras son solo sueños pasajeros que me pasan (como a la mayoría). Según dicen que cuando recuerdas un sueño es porque es una "señal" o una "necesidad" en si misma. Espero puedan leerlas, esto me sucede muy amenudo y desde muy corta edad me pasa, créanme que esto es verídico , son mis sueños , mis anécdotas.

Espero lo disfruten y déjenme sus comentarios lo que creen que puede significar.

Lo triste del final

Después de un tiempo, mientras sentado en una silla del comedor de la sala me encontraba, me volví a encontrar con la muerte.

A horas de la madrugada, ya casi a las 3:25, aparece de entre los pasillos de la sala y se me acerca. La única luz encendida estaba sobre mi cabeza, y a mi alrededor solo había oscuridad. Su presencia fue tomando forma ante mis ojos poco a poco mientras se iba acercando a la luz.

- Si quieres siéntate, en un rato me voy a dormir - le dije.

Estuve semanas procrastinando y consumiendo café de manera desproporcionada, ya en horas de la madrugada no había podido conciliar el sueño, así que esto no es nuevo, sin embargo, en esta ocasión no esperaba que apareciera nuevamente la muerte.

- Esto ya lo he visto. Sinceramente es más común de lo que puedes imaginar que muchas personas se tomen un momento del día para meditar, para pensar en profundidad o mostrarse en trance mientras sus miradas se pierden en el vacío de la nada, así que no pienses que he venido porque tu final está cerca - me dijo, luego tomó asiento.

En algún momento de mi vida me encontré con este personaje. En muchas ocasiones aparece espontáneamente y como por arte de magia en mi camino, y comparte extraños diálogos conmigo hasta que luego, en un instante de distracción, desaparece. Luego hago el papel de idiota y la gente piensa que hablo solo en lugares públicos. Sin embargo, hay algo que no he podido olvidar, y es que desde el primer encuentro me dejó muy en claro que solo quienes estén cerca de acabar con su vida por motivos personales podrán verlo como una persona, pero conmigo ha sido un misterio su presencia que hasta resulta poco serio contarlo a alguien más y tener la convicción de que creerá cada una de mis palabras.

- ¿Sabes? A veces tengo miedo de que lo que digas sea cierto y uno de estos días vengas por mí, a veces espero tu compañía porque de alguna forma tu presencia me resulta magnífica, como una cosa divina, pero hoy no sé qué me haces sentir. Estás aquí y me dices que todavía no es mi final, ¿Por qué has venido entonces? - le dije.

- ... - prefirió no contestar.

A veces doy muchas vueltas en mis propios pensamientos y miedos reprimidos y suelo pensar que un día de estos mi vida pudiese acabar por obra mía, de alguna forma que yo me busqué.

Una aventura sin objetivo, un camino sin final o una carrera sin meta podría ser una forma de resumir la búsqueda de luz en mi alma y paz en su interior. Quisiera encontrar esa razón que me haga sentir que mi vida tiene un porqué y un objetivo al que pueda llegar, y luego esperar con antelación la presencia de la muerte y decirle: «Hoy sí vienes por lo que deberías».

Esa madrugada fue extraña, porque solo fue silencio mientras mis dedos jugaban con una taza de café vacía, y en frente de mí la deidad más temida por todo ser humano. Sin fuerzas para seguir despierto decidí levantarme y decirle por última vez...

- Me alegra que entre tanta soledad aún pueda contar con tu presencia, es un lindo detalle. Tal vez en algún momento sea mi turno y finalmente, cuando nos encontremos, vendrás para hacer tu trabajo - le dije.

- La muerte está sujeta a causas más complejas. Cuando tu vida encuentre un sentido y sepas hacia donde quieras llevarla la muerte se volverá solo un fenómeno natural e insignificante para ti, algo que ni te molestarás en aceptar. Yo estoy aquí porque tú quieres que yo esté. Me temes, pero constantemente me esperas para sentirte escuchado - dijo.

Fin.

(capitulo II)

Buscando la muerte o buscando a la muerte.

Ayer me encontré con la muerte vestida de negro. Le dije: - ¿No podías ser más obvio? En ese preciso momento pasó una señora, y como me escuchó decir eso empezó a ver a su alrededor, buscando a la persona que estaba conmigo, a quien iban dirigidas mis palabras. La muerte sacó de su rostro una sonrisa, tal vez fui yo el que provocó ese gesto. Le dije: - Eso sí que fue raro. Por un momento pensé decirle a aquella señora: « No hay nada que ver aquí, solo soy yo hablando solo, usted siga caminando». La muerte me respondió: - Voltea y dime si sigue viéndote. Voltee y vi como rápidamente aquella señora volteaba la cara de una manera exagerada, me estaba mirando, y ella sabía que yo la estaba mirando, así que solo siguió caminando. Volví a mirar a la muerte, y le dije: - ¿Cómo supiste lo de aquella señora? Me respondió: - Pues... En realidad me estaba mirando a mí.

Fin.

(capitulo I)

Nos complace anunciar la llegada de su alteza real Ian, Duque de Estados Unidos. Nuestro personal se encargará de t-ransportar su equipaje a su habitación y de asegurarse que la estancia esté a su altura.

¡Felicidades, Darling! A partir de este momento, cuentas con 24 horas para enviarnos tu cuenta.

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